¿Quienes merecen respirar aire limpio?

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Llegó el humo. ¿Cuantos fuegos nos tocaran este año en lo que se ha convertido en una nueva estación entre el verano y el otoño–la Temporada del Fuego? Lo que sí es indiscutible es que los latinos en los Estados Unidos tenemos un 165% más probabilidades de vivir con niveles insalubres de contaminación por partículas y que, debido a esta exposición desproporcionada a los contaminantes, aproximadamente el 8.5 por ciento de todos los niños hispanos sufren de asma.¡Casi uno de cada diez niños latinos sufre de asma! Si como yo tiene asmáticos en casa, conoce las noches interminables. El Departamento de Salud y Servicios Humanos calcula que los niños latinos tienen el doble de probabilidades de morir de asma. Lea eso otra vez. 

Durante décadas el partido Republicano, rehén a sus donantes corporativos, lleva ignorando estos hechos, e insistiendo en que la contaminación climática es un fantasma. Simultáneamente, tanto en el congreso nacional como aquí en la legislatura de Nevada, rehúsan votar por propuestas de ley que limiten los precios extorsionistas que pagamos por las medicinas contra el asma como los inhaladores de albuterol, que aún para los afortunados de tener seguro cuestan un dineral.

Al fin, los Senadores del partido Demócrata han dicho: ¡Basta! A través del proceso de reconciliación de presupuesto, donde solo hacen falta 50 votos en vez de los 60 necesarios para evitar los bloqueos filibuster, están unilateralmente intentando tomar un paso adelante. El Inflation Reduction Act es una inversión climática significativa que ayudará a mitigar el cambio climático y su impacto sobre nuestras comunidades. Este paso real generará empleos, reducirá costos para las familias y asegurará nuestra independencia energética. El acta incluye $3 mil millones para proyectos liderados por la comunidad en comunidades desfavorecidas para abordar los daños desproporcionados al medio ambiente y la salud pública relacionados con la contaminación y el cambio climático. También incluye una expansión en reembolsos para los consumidores para la compra e instalación de electrodomésticos (refrigeradores, aires, etc…) eficientes que les ahorrarán dinero a las familias de clase media. Además de invertir en nuestro futuro de energía limpia, le impone tarifas a la industria petrolera por la contaminación dañina del metano que queman, ventilan y filtran durante la extracción de petróleo.

No se deje engañar ni distraer por los que quieren seguir por el mal camino que vamos, donde las industrias petroleras controlan los políticos y el precio de la gasolina a cuesta de nuestra salud y nuestro futuro. No hay país en el mundo que se esté escapando de la inflación mundial que nos regalaron la pandemia con su escasez de productos, y Putin con su infame guerra en Europa. Como nuestra salud, nuestro progreso económico también depende de independizarnos de la energía sucia controlada por los tiranos en Venezuela, Rusia, Saudi Arabia y sus amigotes. Basta de las concesiones y las guerras para proteger la industria petrolera, que en fin solo enriquece a otros, incluyendo a los accionistas petroleros y sus abogados corporativos como Adam Laxalt, que se enriquecen con el alto precio de la gasolina y la contaminación ambiental. 

La verdad es que la energía renovable emplea al mayor índice de trabajadores latinos en el sector energético. Nuestro mejor futuro económico, y sobre todo el de nuestros hijos, está vinculado con energía limpia y aire limpio. Eso le importa menos a los que pueden costear vivir constantemente en aire filtrado y salir de vacación en cuanto la calidad del aire empeora. Tampoco le quita el sueño a los políticos que venden sus posiciones por generosas contribuciones. Ellos prefieren nos enfoquemos en la faena diaria, y no en la neblina oscura que nos viene encima si no hacemos algo para cambiar la trayectoria de la crisis ambiental. Se nos acaba el tiempo. Es importante apoyar esfuerzos como el Inflation Reduction Act. Fíjese bien en quien está a favor como las Senadoras Cortez Masto y Jacky Rosen, y quien se opone, como Mark Amodei. Y sobretodo, no lo olvide en noviembre. Votemos con el cerebro, y con nuestros pulmones.


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Vivian is a writer and activist. The daughter and wife of Cuban immigrants, she grew up in San Juan, Puerto Rico. She lives in the beautiful mountains of Reno, Nevada. Vivian is committed to giving voice to humanitarian principles and working to hear them reflected in law and in the larger state and national dialogue. She has lived with multiple sclerosis for 20 years.

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Para una versión en inglés de este artículo, lea "A Recurring Nightmare."

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